Poema del libro Conocimientos

Naturaleza pródiga

Era una flor encarnada
que pronto se fecundó
y un semillero formaba 
que el viento desparramó. 

Nacieron grandes rosales 
no muy lejos de su madre, 
la tierra le dio alimentos 
y energía el sol y el aire. 

El agua los irrigó
con sus lluvias y rocíos 
y el tiempo cubrió de rosas 
la inmensidad del plantío.

Y estas silvestres bellezas 
buscadas por los vecinos 
ocuparon los floreros 
dando aroma y colorido.

Dieron pétalos que en dulces 
regalaron paladares 
y también flores de Bach, 
medicinas naturales. 

Generosa tierra mía, 
produces todo solita 
y nos muestras tu belleza 
que apreciamos con la vista.