Buscando madre
¡Necesito una madre que se ocupe de mí!
repetía la niña con su voz infantil
y tenía su madre que entonces se ocupaba
de llevar a su hija al jardín o a su casa
donde entonces estaba la chica que cuidaba
a la niña que ansiosa una madre anhelaba.
Entonces pregunté: -¿Por qué me dices eso
estando con tu madre y bajo el mismo techo?
Porque no le intereso, yo molesto en su vida
sé que de ella nací, no tiene alternativa.
Siempre quiso dejarme con mi padre o abuelos,
con mi tía o mi tío, junto a ella molesto.
Yo necesito madre, que se ocupe de mí
que sepa qué deseo, yo quiero ser feliz.
Mi mamá no me quiere, lo dejó a mi papá
porque el le reprochaba su despego al hogar.
Ella quiere ser libre, quiere ir a bailar
a gozar de la vida, divertirse no más.
Pobre niña afligida, ella tenía razón
fue víctima inocente de mujer sin amor.
Ella buscaba una que diera protección,
seguridad, cariño, que le preste atención.
Entonces comprendí el concepto de madre
una cosa es parir y cargar con su parte.
Otra es dar el amor, infinito, profundo
a Dios, al ser viviente, a las cosas, al mundo.
Una madre en convento o Teresa en las calles
que aunque jamás gestaron ¡Son madres de las grandes!
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