Poema del libro Surcos de Luz

El tiempo que da y... que quita

El tiempo lo trajo al niño
tan largamente esperado
y el tiempo lo ha madurado
paseándolo por edades.

Hoy es joven, sin maldades
pues fue criado con amor
tuvo alimento y calor
al abrigo del hogar.

Goza de buena salud,
estudia lo que ha elegido,
fue educado y ha aprendido
a respetar los mayores.

La vida le da alegría
heredó la inteligencia
profesa amor a las ciencias
e investigar ha querido.

Al tiempo de esto decir
el timbre sonó en la casa
y el padre se fue a atender
a quien al punto llamara

Señor, yo soy policía,
sólo quiero averiguar
si un joven con este nombre
forma parte de este hogar.

Miró el padre muy nervioso
el documento ofrecido
y dijo... es del hijo mío
Es que acaso lo ha perdido?

No señor, se lo sacamos
de un bolsillo de su saco
fue víctima de un impacto
de una bomba que estalló.

Tendrá que venir conmigo
a reconocer los restos
pues fueron muchos los muertos
que el desastre nos dejó.

El padre que no sabía
ni que es lo que había pasado
conmovido y preocupado
pensando solo en su hijo

Al principio lo bendijo
después se quedó pensando:
a él lo mató una bomba
y a mí me llegó el impacto.

El tiempo lo trajo al niño
y hoy lo quita de mi lado
Quisiera seguir su rastro
yo no quiero abandonarlo

También el tiempo será
quien a mí quiera dejarme
algún día que quizás
no esté lejos de esta tarde.