El tiempo lo transformó
Un azahar tan blanco, puro
con perfumes que embelesan
se transformó en un limón
con el tiempo y su destreza.
No precisó de un humano
para revertir su esencia
ni máquinas que moldearan
la hermosa forma que ostenta.
Apareció de repente
escondido en una rama
con olor tan atractivo
que lo observé esa mañana.
Blancos pétalos mostraba
era una flor primorosa
pero por arte de magia
se convirtió en otra cosa.
El solito se mantuvo
escondido en una rama
tomando el verde color
de las hojas que lo amparan.
Después transformó su aspecto
fue creciendo su grandor
y poco tiempo mas tarde
en limón se convirtió.
El tiempo lo maduró
y aunque sigue perfumado
su aroma ya no es el mismo
y hoy tiene un tono dorado.
¡Oh limón! Cuánto tenemos
de común en la creación
somos productos del tiempo
que nos trae haciéndonos.
Y después de sazonados
aunque lo quieras o no
nos quita cuerpos visibles
a los ojos que nos vio.
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