miércoles, 30 de octubre de 2013

Poema del libro Surcos de Luz



Hay algo que yo aprendí
Hay algo que no se enseña 
pero lo aprendí al vivir 
que al amor se siente en otro 
y al dolor lo siento en mi. 
Será por eso quizás
que se los describo aquí 

aclarando que hay dolores 
y no es uno, hay más de mil. 

Cada lugar en tu cuerpo 

tiene un modo de sentir
que localiza el dolor
y también te hará sufrir. 


Hay dolores muy agudos 

que te harán hasta gemir 
clamando por algún medio 
que lo pueda suprimir.
Otros son dolores leves 
que constantes o a intervalos 
te indican en qué lugar 
hay algo que es de cuidado. 

Y cuando es dolor del alma 

también tiene reservado 
el lugar que identifica 
que el cuerpo ha somatizado. 

Ese lugar es el centro 

que late en el corazón 
y es el dolor precordial 
el de angustia, por amor 

No cede a la cirugía 

no hay droga que lo detenga 
hay solo resignación 
que lo cura, cuando llega.


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