Sentir la ingratitud
Si al entregar tu vida al bien común
pensaste que ganabas recompensas
no esperes recibirlas de la gente
que aún vive y envidia tu existencia.
Puede ser que la historia en recompensa
reconozca las cosas ofrecidas
pero será mas tarde que tu vida
cuando otros usen las bases adquiridas.
Será por eso que quienes mas hicieron
por libramos de yugos y opresiones
ni pudieron morir en sus naciones
ni recibieron gracias de su gente.
Solo después que el tiempo del viviente
dejó obras, proezas o el ejemplo
surgieron los congéneres que al hecho
lo pudieron juzgar para su aprecio.
Pues la vida es así, ya lo sabemos,
anacrónicos hechos se registran,
siempre que hay opresión nada se avista
y al tener libertad, el pueblo grita.
Solo sufrimos por estar con vida,
por ser sensibles, éticos y honestos
pero el sufrir es vida y por supuesto
solo la muerte mata el sufrimiento.
Y el premio de vivir austeramente,
de respetar al prójimo y quererlo
no es lo que ofrezcan otros al hacerlo
sino el sentirse bien, por ejercerlo.
pensaste que ganabas recompensas
no esperes recibirlas de la gente
que aún vive y envidia tu existencia.
Puede ser que la historia en recompensa
reconozca las cosas ofrecidas
pero será mas tarde que tu vida
cuando otros usen las bases adquiridas.
Será por eso que quienes mas hicieron
por libramos de yugos y opresiones
ni pudieron morir en sus naciones
ni recibieron gracias de su gente.
Solo después que el tiempo del viviente
dejó obras, proezas o el ejemplo
surgieron los congéneres que al hecho
lo pudieron juzgar para su aprecio.
Pues la vida es así, ya lo sabemos,
anacrónicos hechos se registran,
siempre que hay opresión nada se avista
y al tener libertad, el pueblo grita.
Solo sufrimos por estar con vida,
por ser sensibles, éticos y honestos
pero el sufrir es vida y por supuesto
solo la muerte mata el sufrimiento.
Y el premio de vivir austeramente,
de respetar al prójimo y quererlo
no es lo que ofrezcan otros al hacerlo
sino el sentirse bien, por ejercerlo.
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