lunes, 9 de junio de 2008

Del libro: "Palabras para Sembrar"


Estaba lloviznando


El cielo estaba regando

la tierra con su llovizna

y las plantas recibiendo

la habitual fuente de vida.


Las estrellas federales

danzaban con alegría

movidas desde sus tallos

que acariciaba la brisa.


Algún pájaro cruzó

muy rápido por el aire

quizás buscando refugio

evitando así mojarse.


El sol ocultó sus rayos

como diciéndole al agua:

-Riega tranquila los campos

que ya mi luz no te daña-


Y yo observaba el jardín

a través de la ventana

¡Cómo trabaja Natura!

Mientras su obra miraba.


Y en mi interior yo sabía

que ella siempre trabajaba

aunque mis ojos no vieran

ni la lluvia ni las plantas.


Su incesante trabajar

sembró de verde los campos

cubrió de flores silvestres

valles, quebradas y prados.


Dio vida a las criaturas

las cuidó mientras vivieron

y también se preocupó

mientras sus cuerpos lucieron.


Nos trajo luz a los ojos

cada día que vivimos

y cuidó de que tengamos

alimentos que comimos.


Nos ayudó a descansar

quitando la luz del día

y jugando con los sueños

mientras los cuerpos dormían.

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