Lo oído me hizo pensar
Mientras espero un momento
que al microscopio lo dejen
pude oír lo que decían
al conversar los pacientes.
-Yo no preciso aparato
tengo los que Dios me dio,
cuando siento ganas canto
y del canto vivo yo-
-Yo tampoco lo preciso
mi oficio es de catador
y mientras el gusto aguante
me encanta mi profesión-
-Pues yo vivo de perfumes
que fabrica mi mujer,
escojo los que son buenos,
tengo la virtud de oler-
-Yo escucho a quienes quieran
sus cuitas muy bien contar
y me gradué de Psicólogo
para poderles cobrar-
-Yo vivo de la belleza
que nos regalan las flores
combino formas, tamaños,
sus perfumes y colores
y con ellas hago palmas
coronas, ramos, arreglos
que la gente selecciona
para ofrecer sus obsequios-
-Yo soy un buen artesano
pues aprendí de mi padre,
modelo obras de arte
con muy simples materiales-
-Yo cosecho en la campiña
los yuyos medicinales
que encuentras en droguerías
de los centros comerciales-
Cada uno comentaba
su manera de ganar
el sustento en esta vida
que procuramos guardar
Gente simple, sin problemas
parecían muy contentos
charlando amigablemente
mientras disfrutan su tiempo
Cuando acabé de escuchar
y analizaba lo oído
pensé, esta gente es feliz
y lo tiene merecido
no depende de patrones
de aparatos, ni de obreros,
sólo utilizan los dones
que al nacer ya recibieron
En cambio yo no contaba
ni con el tiempo en que estoy
pues dedicada a docencia
y haciendo investigación
la vida se me iba yendo
en cosas que sólo doy
postergando a mi persona
y a mi arte que es un don
Entonces tomé un papel
que en blanco tuve a mi alcance
y así escribí estos versos
que hoy quisiera regalarles.
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