Milagro
Mira, es algo increíble
también pura realidad
un día oímos llantos
justo en la puerta de acá.
también pura realidad
un día oímos llantos
justo en la puerta de acá.
Salí a mirar qué pasaba
y me encontré con un bulto
recubierto con papeles
y un pullover roto y sucio.
¡Criatura abandonada
por algún degenerado!
¡No pudo venir solito
el recién nacido hallado!
Al verlo, llamé gritando
por ayuda a mi marido
—Quédate allí, vigilalo—.
Llamó policía y auxilio.
La ambulancia no tardó
menos mal, porque te digo
yo ni quise destaparlo
por temor a verlo herido.
Sólo me quedé parada
al lado de ese bebé
contando a quien preguntaba
lo que al abrir encontré.
Los vecinos se acercaron
antes que la policía
algunos fuimos testigos
del hallazgo de ese día.
Y le seguimos la pista
a este bebé abandonado
que pasó a ser una niña
que Milagro la llamaron
las nurses del hospital
adonde fue derivada.
Fue revisada, era sana
quedó para ser cuidada.
Pero no tenía inscripción,
la madre no aparecía.
Nosotros tuvimos hija
que murió de pequeñita.
Quince años han pasado
desde el día en que murió
y el dolor fue tan profundo
que ese nunca se perdió.
Quisimos tener otro hijo
pero eso nunca llegó
cinco años tenía nuestra hija
cuando el Señor la llevó.
Y así surgió el comentario
que por qué no la adoptamos
que Dios nos mandó la niña
quizá para conformarnos.
Y al final fue mi marido
quien dijo, pedila al juez
Nosotros la adoptaremos
si es que vos así querés.
“A Mimar Logró” su padre
hoy es una hija feliz.
Nada le falta a la niña
Dios sabe por qué está aquí.
Pero su nombre al final
entre nurses y adopción
resultó “Milagro Romá”
“Mi Amargo Rol” se cumplió.
a este bebé abandonado
que pasó a ser una niña
que Milagro la llamaron
las nurses del hospital
adonde fue derivada.
Fue revisada, era sana
quedó para ser cuidada.
Pero no tenía inscripción,
la madre no aparecía.
Nosotros tuvimos hija
que murió de pequeñita.
Quince años han pasado
desde el día en que murió
y el dolor fue tan profundo
que ese nunca se perdió.
Quisimos tener otro hijo
pero eso nunca llegó
cinco años tenía nuestra hija
cuando el Señor la llevó.
Y así surgió el comentario
que por qué no la adoptamos
que Dios nos mandó la niña
quizá para conformarnos.
Y al final fue mi marido
quien dijo, pedila al juez
Nosotros la adoptaremos
si es que vos así querés.
Y así lo hicimos. Ahora
ya es “Milagro Romá”
“Logra Mi Amor” para siempre,
ya aprendió a decir mamá.
ya es “Milagro Romá”
“Logra Mi Amor” para siempre,
ya aprendió a decir mamá.
“A Mimar Logró” su padre
hoy es una hija feliz.
Nada le falta a la niña
Dios sabe por qué está aquí.
Pero su nombre al final
entre nurses y adopción
resultó “Milagro Romá”
“Mi Amargo Rol” se cumplió.
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