De eubolia... me enamoré
Hojeando mi diccionario
una palabra encontré
que jamás había escuchado
ni leído alguna vez.
La palabra, que es eubolia,
no sólo me sorprendió,
se apoderó de mis ojos
y en mi alma penetró.
La sentí dentro de mí
y decidí descifrarla,
el "eu" es normal o bien
y el bolia consejo daba.
Es virtud que pertenece
a la prudencia y ayuda
a hablar convenientemente
en la lengua que uno usa.
La pronuncié con cuidado
y de pronto comprendí
que tiene cinco vocales
llevando virtud en sí.
Además tiene diptongos
suena bien, es musical
y enseguida decidí
que la sacaría a pasear.
La puse en mi repertorio
la llevaba a flor de labios
y hacía vibrar su nombre
en cada ocasión que hablo.
Terminó siendo mi amiga
y la registré en memoria,
creí que la poseía
que era mía, desde ahora.
Pues grande fue mi sorpresa
cuando busqué el diccionario
y eubolia seguía estampada
en la página en que abro.
Y allí comprendí la historia
de las palabras que usamos
se quedan en el lugar
aunque la andemos paseando.
Se graba en todas las mentes,
en las revistas y diarios
y se capta su presencia
si en el aire va vibrando.
Hoy sé que no fuiste mía
sino del ser que yo amo
sólo penetraste en mí
y al fin usaste mi mano.
Para quedar en mis versos
dibujada con tus letras
y así poder constatar
los servicios que me prestas.
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